Para esas madres a las que se les desgarra el corazón cuando el destino les da lo que no les debería tocar... para ese hijo que pierde, de repente, la oportunidad de seguir degustando lo que le puede transmitir su padre... para esos hermanos que se quedan sin esa complicidad donde es suficiente una mirada de reojo, una risa... un suspiro...
Recordad... vuestra memoria lo mantendrá vivo... y con vosotros...
Portada de la novela de Bernardo Atxaga "El hijo del acordeonista" (diseño: Jose Ordorika Ezkurdia)
... se apagaron los ecos
de su reír sonoro
y es cruel este silencio
que me hace tanto mal...
... sus ojos se cerraron... y el mundo sigue andando...
Para esa familia ejemplar mi respeto y mi cariño que es de muchos amigos.
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