sábado, 25 de junio de 2011

El alma de los encuentros



Conoces a muchos artistas, quedas con algunos de ellos para comer... sigue la charla con el café y van saliendo cosas...Jabier Muguruza parece que busca entre sus entrevistados a su hermano mayor (todos tienen más edad que él... 1960... buena cosecha), ahonda en su infancia, en la relación con sus padres, en su inspiración, en sus primeros tiempos...
Hay que leerlo en desorden... del que parece que te va a interesar más al que menos conoces... te llevarás muchas sorpresas... es lo que tiene sentar a un creador en tu mesa... nos quedamos con ganas, podríamos haber seguido con muchos más, para conocer a más gente interesante de primera mano... para conocer más a Jabier...

Las "cabidas" y la sensibilidad a flor de piel de Martirio...



La sorpresa de Jaume Sisa...



El peso del pasado del padre de José Ramón Soroiz...



Los "arrojos" del literato tímido Pablo Guerrero...



La profundidad de Xabier Lete...



La "certeza del amor" que recibió Helena taberna de su madre...



La familia especial de Luz Casal...



La familiaridad y sencillez de Kiko Veneno...



El siempre Obaba Bernardo Atxaga...



... y no necesariamente por ese orden...

2 comentarios:

  1. Me pone la piel de gallina tener este librito entre mis manos, poder ojearlo, pasar las páginas... Es increíble, admirable. Quizá sí es cierto que le tengo enchufe... Por la dedicatoria escrita a boli que hay en la primera página, por el hecho de que éste resulta un gran ejemplo de mi ''meta'' académica realizada, o por sentir tan cerca un deseo (según mi punto de vista muy inalcanzable) hecho realidad. Me resulta extraordinario tener entre mis manos un libro escrito por alguien con quien he compartido mesa, codo con codo, con quien he bromeado, con quien me he reído despreocupadamente. Un ejemplo a seguir... Espero lograr en un futuro todo esto que sueño y que cada día veo un poco menos lejos gracias a cosas como este libro.

    Cierto. Le tengo mucho enchufe.

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  2. Pd: Yo también lo leí en desorden... o, mejor dicho, en mí orden.

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